Nací en México, es parte de mi, parte de lo que soy, lo que tengo, lo que vivo, lo que amo. Pero México no es mi límite, por más que México sea mio y yo sea de México; no me siento perteneciente a este espacio. He viajado por distintas partes del país y me he enamorado de su majestuosidad, de su belleza, de su cultura, de sus paisajes, personas y comidas. Me he enamorado de México pero éste solo es un pedazo de mi ser.
No soy únicamente de México, soy del mundo.
El estar aquí... ya no me siento parte de este lugar. Camino, respiro, siento, pero es como un viejo conocido. Va a ser parte de la historia de mi vida pero ya no es parte de mi presente.
Quiero viajar y conocer nuevos lugares, nuevos edificios, nuevos paisajes, nuevas formaciones de nubes, nuevos animales, nuevas flores, nuevos personajes y nuevas historias. Quiero encontrar mi lugar en el espacio, en el mundo.
Quiero llegar y enamorarme a primera vista, sentirme viva otra vez, quiero renacer en un nuevo lugar.
Quiero respirar mi pertenencia en lo maravilloso y divinizar mis experiencias con el arte de seguir viviendo.
Quiero sentir en el todo de mi alma y mi ser el ánimo de quedarme.
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